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El pueblo de Dios Madre, que se jacta de la Madre

  • | EE. UU.
  • 日付 | 2011年.12月.20日
Washington D.C., localizado entre el estado de Maryland y el estado de Virginia, es la capital de los Estados Unidos. Esta ciudad es administrada por el Gobierno Federal de los Estados Unidos, pero no pertenece a ningún estado, por tanto es llamado el Distrito de Columbia. Ya que aquí se encuentran las principales instituciones gubernamentales como la Casa Blanca y la Asamblea Federal, un gran porcentaje de los habitantes son empleados del gobierno federal.

Fui enviado aquí como profeta en el año 2008. Mi corazón ardía lleno de expectativas de poder llevar el mismo camino de nuestro Padre y nuestra Madre celestiales. Las palabras de la Madre siempre venían a mi mente:
“Dios no se complace cuando estamos desanimados y vivimos sumergidos en esto.”

ⓒ 2011 WATV


Las palabras que la Madre me dio la primera vez que visité Corea, siempre me ayudan a vencer cualquier situación. Sin importar qué sufrimiento viniera sobre mí, decidí aferrarme a la palabra de la Madre y deseaba dedicarme a complacer a Dios en Washington D.C., así como Jacob se aferró a Dios para recibir su bendición.


Pequeño principio, gran postrer estado

Cuando no había Sion en Washington D.C., un hermano que vivía allí viajaba casi cuatro horas para guardar cada día de reposo en la Sion de Nueva York. A pesar de la persecución de su esposa, siguió esforzándose aproximadamente un año. Sentí que Dios estaba realmente conmovido por su fe, por lo cual la Madre celestial permitió una misión de predicación de corto plazo a Washington D.C. el verano del año 2007.

Los hermanos y hermanas de Corea y de Nueva York se unieron en amor para salvar las almas que estaban hambrientas de escuchar la palabra de Dios. Gracias a Dios, yo también pude participar en la misión de la predicación.

El destino de la misión de corto plazo era Fairfax, que es una de las ciudades más importantes de Virginia y queda a 25 minutos de distancia de la ciudad de Washington D.C. Era la primera vez que predicábamos directamente acerca de la Madre celestial, y por causa de esto presenciamos el gran milagro de vida.

Después de mostrar algunos versículos, las personas discernieron la verdad y renacieron como hijos de la Madre sin dudar.

Por medio de la primera misión de corto plazo, se estableció la iglesia de Washington D.C. Esta se desarrolló de una Casa-Iglesia a una Oficina-Iglesia, y estaba lista para expandir la gloria del Padre y la Madre.

ⓒ 2011 WATV
Después de la misión de corto plazo, oré fervientemente para regresar a Washington D.C. El año 2008 fue el año de gracia cuando mi sueño se hizo realidad. ¡Cuando mi esposa y yo llegamos a Washington, el Padre y la Madre nos permitieron un buen fruto el primer día para animarnos!

Aunque la iglesia de Washington D.C. era una Oficina-Iglesia, era pequeña y en ese tiempo tenía pocos miembros. Esta situación me hacía recordar los humildes principios de Sion, cuando el Padre empezó a predicar el evangelio. Aunque nuestro camino no podía compararse con el camino del Padre y la Madre, todos estábamos muy agradecidos de poder participar en esta bendición y predicar duro el evangelio.

Como dije anteriormente, la mayoría de las personas aquí, trabajan para el gobierno federal. Por esta razón muchos están alertas y se muestran reacios a abrir su corazón a los demás. A pesar de esto, la palabra del Padre y la Madre, que es más cortante que cualquier espada de doble filo, penetra sus corazones endurecidos y muchos vienen y se vuelven al Espíritu y la Esposa.

Como los miembros perdidos de la familia celestial regresaban a Sion uno tras otro, pudimos expandirnos a una Casa-Iglesia en Richmond, capital de Virginia, y la iglesia de Washington D.C. se trasladó a una nueva oficina en 2010. Después de recibir la mission de los 10 talentos de la Madre en 2010, nuestros hermanos y hermanas comprendieron que necesitaríamos un templo más grande para cumplir la misión. En consecuencia, trabajaron voluntariamente y pusieron su mente y corazón en cada lugar del templo.

Por medio de otra misión de corto plazo con los miembros de la iglesia de Nueva York, muchas almas hermosas fueron guiadas a Sion.

Nuestros miembros alcanzaron los 100 y ahora tenemos más de 200 miembros. Es inevitable comprender que el Padre y la Madre mismos guían todo, tomando nuestras manos.


Como el agua que fluye, como el fuego que arde

Hubo un tiempo en que no llevábamos muchos frutos. Ya que nuestro crecimiento estaba estancado, estábamos muy apenados y ansiosos ante Dios.

ⓒ 2011 WATV
Después de mucha oración sin desanimarnos como la Madre dijo, comprendimos qué forzosa y fingida había sido nuestra predicación. Incluso olvidamos el núcleo del evangelio y la razón por la que debemos predicar. Este núcleo era Dios Elohim.

Nuestro Padre y nuestra Madre mismos vinieron gustosamente a esta tierra para salvarnos del camino de la muerte en esta época del Espíritu Santo. Teníamos que testificar valientemente y jactarnos del Dios de amor, que fue sacrificado por nosotros y a quien habíamos olvidado. Es correcto que regresemos al Padre y a la Madre, renovando nuestra mente por medio de esta obra.

Nuevamente empezaron a nacer hermosos frutos. Todos los miembros actuales despertaban y obedecían más la palabra de Dios, fortaleciéndose su dinamismo y corazón dispuesto a complacer al Padre y a la Madre.

Aunque todos los hermanos y hermanas tienen características especiales, todos expanden el amor de nuestro Padre y nuestra Madre con un solo corazón. Los hermanos y hermanas dedican su tiempo, mente y corazón a salvar un alma, para ser dignos de ser uno de los hijos que heredará el reino de los cielos.

Hay una hermana que no deja que nadie pase delante de ella sin testificarle la verdad. Ella teme que uno de los miembros de nuestra familia celestial pase por su lado sin escuchar la verdad que el Padre y la Madre nos han encomendado.

Ella siente la urgencia de predicar como el buen samaritano que salvó la vida de un hombre que cayó en manos de ladrones y que estaba casi muerto, sin dejarlo solo. Con este corazón, muchos miembros se reunieron en la estación del tren subterráneo para predicar al amanecer cuando las personas iban camino a su trabajo.

Washington D.C. está categorizada como el lugar con el peor tráfico de los Estados Unidos, por eso la gente está obligada a levantarse desde la madrugada para llegar temprano al trabajo. Es una buena oportunidad predicar la palabra de Dios incluso a los altos oficiales del gobierno.

Sus esfuerzos son una hermosa fragancia del evangelio que se expande entre todos los miembros de Sion y ha encendido el fuego dentro de ellos. Una hermana, que es dormilona, empezó a unirse a la predicación de la madrugada venciendo el sueño. Después de solo un par de días exclamó emocionada que nunca había sentido tanta energía y emoción, y sigue predicando el evangelio con mucho vigor.

El agua estancada se contamina; solo se purifica cuando fluye continuamente. Nosotros no podemos cumplir el evangelio si nuestra mente está como el agua estancada. Si participamos en el evangelio con un corazón ferviente, como lo hicimos al principio, el evangelio se desarrollará. La iglesia de Washington D.C. se renueva todos los días predicando el evangelio sin descansar, como el agua que fluye, y con la ardiente pasión en lo profundo del corazón.


El pueblo de Dios Madre que se reúne por medio del amor de la Madre

Hay una famosa universidad muy cerca de la iglesia. Ya que con frecuencia predicamos allí, los estudiantes universitarios conocen la Iglesia de Dios y se refieren a nosotros como “el pueblo de Dios Madre”. Sí, somos el pueblo de Dios Madre. Por eso predicamos el amor de la Madre.

Al principio cuando predicábamos la verdad de Dios Madre, muchos querían aprender más con interés en ella, y recibían gustosamente la verdad. Pero nadie venía a Sion constantemente para edificar su fe y crecer como un buen obrero del evangelio. Comprendimos que algo nos faltaba.

Recordamos nuestras propias experiencias, y qué era lo que sentíamos que nos hacía añorar a Sion. Todos comprendimos que se trataba de sentirnos como en casa en Sion. Esto es posible gracias a la Madre. Así como una casa está vacía y desolada sin una madre, nosotros no podemos guiar a ningún miembro de la familia celestial sin el corazón cálido de la Madre.

La Madre celestial nos ama tanto que considera su inexpresable sacrificio como algo alegre. Así como el amor de la Madre siempre está acompañado por el sacrificio, nosotros también necesitamos sacrificarnos para practicar el amor de la Madre, aunque nuestro sacrificio no se puede comparar con el sacrificio de ella. No obstante, todos los miembros se sirven gustosamente unos a otros.

Hay un miembro que siempre sonríe, a pesar de estar muy cansado debido a su duro trabajo. Otro hermano que es anciano y ex gerente general de su propia compañía, siempre se humilla y sirve a todos los miembros con toda dedicación y amor. Con él en Sion, recordamos el corazón humilde del Padre. Hay otro hermano lleno de gracia; aunque es muy tranquilo, cuando habla, los hermanos se sienten conmovidos por él y tienen un sentimiento de calidez, comprendiendo que somos verdaderamente la familia celestial.

Todos los miembros consideran Sion como su casa. Los hermanos y hermanas siempre están al tanto de si se necesita algo en Sion y quieren participar en cualquier actividad que se realiza en Sion, teniendo el corazón de propietario.

No hay tarea grande o pequeña. Nuestros hermanos y hermanas consideran cada bendición como un tesoro precioso dado por Dios.

Así como la Madre dijo que la planta del pie no es visible pero sin ella no podemos caminar, de igual manera es con los hermanos y hermanas que se sacrifican en Sion. Aunque este sacrificio no puede verse directamente, sus esfuerzos y sacrificios contribuyen enormemente a la gloria de Sion. Los nuevos miembros visitan Sion dos o tres veces y se convierten en buenos obreros del evangelio.

Los hijos de Dios se reúnen por medio del amor de la Madre. Ya que muchos hermanos celestiales vienen constantemente de la Universidad George Mason, donde nos llaman “el pueblo de Dios Madre”, cambiamos extraoficialmente su nombre a “Universidad de Dios Madre”.


Buscando hermosos materiales para la construcción del templo en la fiesta de los tabernáculos

Así como el motor de un avión primero debe calentar antes de despegar, nosotros debemos empezar la pasión de la predicación una semana antes de la fiesta de los tabernáculos. Para esto, todos los hermanos y hermanas predicaban el evangelio en las mañanas y en las noches para encontrar a los miembros de la familia celestial, que son los materiales para la construcción del templo de la Jerusalén celestial en la época de la cosecha. Fueron guiados frutos con historias llenas de gracia.

Un hermano pudo guiar a sus supervisores a la verdad. Ellos dijeron que siempre se preguntaban por qué ese hermano siempre estaba feliz, incluso en el trabajo. Una de nuestras hermanas no llevó fruto hasta el último día de la semana de predicación, aunque predicaba duro la palabra de Dios. Mientras la hermana caminaba a Sion, una persona le preguntó dónde estaba el baño. La hermana le mostró el camino y pudo guiar un alma a Sion.

A través de la fiesta de los tabernáculos, Dios nos concedió un gran regalo además del fruto del Espíritu Santo. A la iglesia de Washington D.C. se le permitió un nuevo santuario. Nuevos miembros que tenían amplia experiencia en construcción, fueron guiados a tiempo. Después de recibir un nuevo santuario, estábamos y aún estamos alegres de saber que todos los hermosos materiales y los obreros hábiles, física y espiritualmente, fueron traídos por el Padre y la Madre. Sentíamos que la iglesia de Washington D.C. era parte del cumplimiento de la profecía.

El nuevo edificio de la iglesia está situado en Capitol Hill, en Washington D.C. Dicho lugar está localizado muy cerca de la Casa Blanca, y está rodeado por los más prestigiosos oficiales del gobierno. Capitol Hill también es el hogar de la mayoría de los abogados y legisladores del mundo entero. Ellos declaran los derechos y las libertades de las personas de esta nación para que vivan un future mejor y brillante. Nosotros, el pueblo de Sion, que somos guiados por el Espíritu y la Esposa que son los verdaderos Abogados y Legisladores, tenemos la seguridad de que nuestro futuro brillante se cumplirá aquí sin falta.

Predicaremos firmemente acerca de la ciudadanía celestial y la ley de la libertad eterna a través de la Madre, a fin de que todos los reyes del mundo vean la gloria de la Madre celestial.

La meta actual de la iglesia de Washington D.C. es tener el nuevo santuario rebosante de hermosos materiales que puedan alumbrar la gloria de nuestro Padre y nuestra Madre. Además, deseamos que se edifiquen Siones en las ciudades vecinas donde la luz del evangelio aún no se ha alumbrado. Igual que en el tiempo de Nehemías, cada uno de nosotros pondrá su corazón y fuerzas para cumplir la misión que se nos ha encomendado, con la pala para construir el nuevo templo en una mano, y la espada para predicar el evangelio en la otra.