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La Gran Asamblea del Día de Expiación 2010

  • | Corea
  • 日付 | 2010年.10月.17日
El 17 de octubre (el décimo día del séptimo mes según el calendario sagrado), el décimo día después de la fiesta de las trompetas, la Gran Asamblea del Día de Expiación se realizó en las Iglesias de Dios de todo el mundo.

ⓒ 2010 WATV
El día de expiación era el día en que Moisés descendió del monte Sinaí con las segundas tablas de los diez mandamientos después de que los israelitas fueran perdonados del pecado de haber hecho un becerro de oro y de haber adorado a ese ídolo en el tiempo del Éxodo. En los tiempos del Antiguo Testamento, el sumo sacerdote
entraba una vez al año solo en el Lugar Santísimo para ofrecer la ofrenda de expiación sobre el altar del incienso, en el día de expiación; él tomaba dos machos cabríos y echaba suertes sobre ellos: una suerte por Dios y la otra por Azazel, y confesaba sobre Azazel los pecados de todo el pueblo que habían sido llevados al santuario, y enviaba al macho cabrío al desierto, un lugar solitario. Esta ceremonia de la fiesta representa que nuestros pecados, que han sido llevados por Cristo, serán transferidos a Satanás el diablo, el autor del pecado (Lv. 23:26-30, Lv. 16:5-10).

ⓒ 2010 WATV
La Madre dio gracias al Padre por haber expiado todos los pecados de sus hijos, que estaban corriendo hacia la muerte, a través de su interminable sacrificio, y también oró para que sus hijos vivieran para el evangelio, anhelando el eterno reino de los cielos y poniendo a Dios en el centro de su vida. Además, recordó a sus hijos que la manera de retribuir a Dios su gracia de redención es predicar el evangelio, y les pidió que “guíen a Dios a muchas almas sufridas, atadas con la cadena del pecado, predicando el nuevo pacto que el Padre estableció con su amor, en Samaria y hasta lo último de la tierra”.

ⓒ 2010 WATV
El Primer Pastor Joo Cheol Kim dijo en su sermón: “La expiación de los pecados de todo el pueblo, que habían sido cometidos durante todo el año, se hacía en el Lugar Santísimo. Esta ceremonia del día de expiación representa que nuestros pecados pueden ser perdonados solo cuando venimos a nuestra Madre celestial, la realidad del Lugar Santísimo”. Luego instó a los miembros, diciendo: “En este día, nos deshacemos de nuestro viejo hombre para que nuestras almas puedan ser limpias. Aprendamos el santo amor de la Madre, que cuida de sus hijos y los guía al cielo sacrificándose por ellos y sirviéndoles, y con el corazón de la Madre cuidemos al mundo entero y guiemos a todos a la salvación” (Is. 53:1-5, He. 10:4-5, Ef. 4:22-24, 1 Co. 13:1-8).

Los miembros recordaron el amor y el sacrificio de Dios Elohim contenidos en el día de expiación. Con la responsabilidad de cumplir el evangelio tiñendo sus almas con el amor de la Madre, se prepararon para la fiesta de los tabernáculos que se acercaba.