El 14 de agosto, los miembros de la Iglesia de Dios de Namgu, Ulsan, visitaron el “Centro de Seguridad de Verano de Seonbawi”, localizado en el área de descanso de Seonbawi, Bumseo, Ulsan. Ellos agradecieron a los guardas de seguridad del centro, que trabajan duro para salvar vidas en secreto.

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Cada verano, los ríos y las playas se llenan de personas que están de vacaciones. Donde hay mucha población, siempre hay peligro. En cada estación de vacaciones, escuchamos noticias de quienes pierden sus preciosas vidas. Sin embargo, la mayoría de las personas olvidan fácilmente estas cosas, y los accidentes continúan sucediendo en el agua. Contra estas emergencias, los policías están obligados a recurrir y correr al “Centro de Seguridad de Verano” de toda la nación. Entre estas emergencias, los oficiales de policía están a cargo del “Centro de Seguridad de Verano” en toda la nación. La Policía de Seobu de la ciudad de Ulsan también realizó el “Centro de Seguridad de Verano de Seonbawi” durante 40 días desde inicios de julio hasta mediados de agosto.

Aquí los policías trabajan como guardas de seguridad de un balneario, y mantienen seguros a los visitantes durante las24 horas haciendo turnos. Esforzándose mucho por prevenir los accidentes fatales, no pueden reducir la tensión porque los accidentes podrían ocurrir en cualquier parte y en cualquier momento. Por eso los miembros de la iglesia de Ulsan visitaron el centro de seguridad con algunas comodidades y alimentos para agradecerles a la 1 p.m. el 14 de agosto.

El Sargento Bae Soek-yong, que administra el centro de seguridad, saludó a los miembros y dijo: “Muchas gracias por visitarnos y consolarnos, aunque a nadie le interesa”. El jefe de templo Lee Byeong-gi, que visitó el centro con los miembros, dijo: “Damos gracias a los guardas de seguridad que trabajan día y noche por la seguridad de la gente”, y dio comodidades y alimentos que los miembros prepararon con un corazón sincero.

El Mayor Lee Choong-seok dijo que nadie los visita con comodidades desde que empezaron a administrar el centro de seguridad de verano. Sonrió brillantemente, diciendo: “Este es nuestro trabajo. Gracias por su amor. Nos esforzaremos más por mantener la seguridad de las personas”. Los miembros dijeron: “Estamos muy felices de verlos cómodos. Solo hemos seguido la palabra de Dios: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. Sin falta florece la alegría en el amor que compartimos con el prójimo”. Ellos dijeron que compartirían el amor de Dios con las personas agradecidas que se esfuerza silenciosamente en sus posiciones.

Los guardas de seguridad valoran la vida y rescatan a la gente que queda en peligro de muerte por los accidentes fatales. Esa clase de mentalidad deben tener los hijos de Dios. Somos los guardas de seguridad espirituales. Es nuestro deber predicar la verdad del nuevo pacto, con el que la gente esté protegida por Dios de los peligros que pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento. Los hijos de Dios deben difundir el amor de Dios con buenas obras y también salvar de la muerte a todas las almas del mundo.