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“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8).
Jesús dijo esto el 40.º día después de su resurrección, y luego ascendió al cielo. Diez días después de su ascensión, derramó el Espíritu Santo sobre los santos de la iglesia primitiva. Los apóstoles recibieron el poder del Espíritu Santo y predicaron el evangelio con valor como Jesús les había mandado, y sucedió una obra asombrosa: miles de personas se arrepintieron y se bautizaron en un día.
Los miembros de la Iglesia de Dios del mundo entero, que han estado llevando a cabo el movimiento de predicar las buenas nuevas de salvación a todos los siete mil millones de personas en la aldea global, asistieron al Culto Conmemorativo del Día de Ascensión (10 de mayo) y la Gran Asamblea del Día de Pentecostés (20 de mayo), esperando que se repitiera la obra del Espíritu Santo que ocurrió hace dos mil años. Durante la Semana de Oración del Día de Pentecostés, que comenzó la noche del Día de Ascensión, oraron en la madrugada y en la noche para que la bendición del Espíritu Santo se derramara abundantemente sobre todo el mundo.
Culto Conmemorativo del Día de Ascensión: la bendición de la ascensión que Cristo mismo mostró como ejemploEl Día de Ascensión es para conmemorar la ascensión de Jesús. La ascensión de Jesús al cielo cuarenta días después de su resurrección, fue el cumplimiento profético de que Moisés subiera al monte Sinaí cuarenta días después de que los israelitas cruzaran el Mar Rojo en el Éxodo.
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En el Culto Conmemorativo del Día de Ascensión realizado en el Templo de la Nueva Jerusalén en Pangyo, la Madre agradeció profundamente al Padre por dar la esperanza de la resurrección y la ascensión a los seres humanos que estaban destinados a morir. También oró para que sus hijos obedezcan absolutamente la palabra de Dios, de modo que sus cuerpos físicos sean transformados en espirituales y que todos entren en el reino de los cielos sin remordimiento ni vergüenza en el día de la salvación.
El Primer Pastor Kim Joo-cheol explicó el origen y el significado del Día de Ascensión a través del Antiguo y el Nuevo Testamento, y recalcó: “La ascensión de Jesús es una clara evidencia de que el pueblo de Dios tendrá un cuerpo espiritual y ascenderá al cielo”. También enfatizó: “Fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio. Como testigos de Dios, no debemos guardar silencio sino predicar la verdad y cumplir la misión de guiar a la gente a la salvación. Prediquemos con fuerza sobre Dios Padre y Dios Madre, que han venido a esta tierra para salvar nuestras almas, a fin de cumplir la evangelización mundial y participar en la bendición de la resurrección y la ascensión” (Lc. 24:44-53, 1 Co. 15:44-58, Is. 43:10, Is. 56:9-12, Ez. 3:17-19).
Gran Asamblea del Día de Pentecostés: se repite la obra del Espíritu Santo en los días de la iglesia primitivaTras orar y predicar con mayor ansiedad durante la Semana de Oración del Día de Pentecostés, los miembros asistieron a la Gran Asamblea del Día de Pentecostés, con el deseo de recibir el poder del Espíritu Santo que es esencial para llevar a cabo la misión dada por Dios como su testigo.
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En el Antiguo Testamento, el Día de Pentecostés era llamado Fiesta de las Semanas. Fue el 50.º día después de que los israelitas cruzaran el Mar Rojo, cuando Moisés subió al monte Sinaí para recibir los diez mandamientos. Esa historia fue una profecía, la cual fue cumplida por Jesús cuando derramó el Espíritu Santo sobre sus discípulos el 50.º día desde su resurrección, esto es, diez días después de su ascensión.
La Madre oró para que todas las oraciones y súplicas que los hijos de Sion habían ofrecido durante diez días, fueran concedidas por el Padre, y que cada Sion rebosara de las bendiciones del Espíritu Santo. “Todos tengamos un solo corazón en el Espíritu Santo, y llevemos a cabo con toda nuestra alma y fuerza el Movimiento del Espíritu Santo para difundir la verdad de la vida en Samaria y hasta lo último de la tierra”, manifestó la Madre. Además, deseó que sus hijos glorifiquen a Dios con buenas obras y se preparen para el reino de los cielos, estando siempre alertas, como los hijos que acogen la luz de amor del santo Dios.
Comparando los escenarios antes y después del descenso del Espíritu Santo en el tiempo de la iglesia primitiva, el Primer Pastor Kim Joo-cheol expresó la visión del evangelio en la actualidad. El libro de Hechos dice que la iglesia primitiva comenzó a crecer con el descenso del Espíritu Santo. Los apóstoles negaron a Jesús y huyeron durante la pasión, sin embargo, después de recibir el Espíritu Santo, superaron intrépidamente la persecución y el sufrimiento, guiaron a tres mil personas al arrepentimiento en un día, y guiaron a una gran cantidad de sacerdotes hacia la fe. “Cuando estamos vestidos del Espíritu Santo guardando el Día de Pentecostés, podemos experimentar un poder del Espíritu Santo incluso más grande que el Espíritu Santo que ellos recibieron en los tiempos de la iglesia primitiva. Comprendamos la voluntad de Dios, quien nos da dones del Espíritu Santo para salvar a siete mil millones de personas. Demostremos el poder del Espíritu Santo al máximo para que podamos predicar a Dios Elohim, la fuente del agua de la vida, a todas las naciones y pueblos”, animó a los hermanos y hermanas (Hch. 2:1-4, 6:1-15, Ap. 22:17, 21:9-10, Gá. 4:26, Zac. 14:7-8, Ez. 47:1-12).
Los miembros alrededor del mundo expresaron su profunda gratitud a Dios por haberles dado el Espíritu Santo en el Día de Pentecostés, y están determinados a entregar el agua de la vida —la verdad del nuevo pacto— a cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar dependiendo del poder del Espíritu Santo.
“Oré por amor, perseverancia, valentía, un corazón amplio como el mar, humildad, sabiduría y entusiasmo, porque aquellos que serán salvos deben participar en la naturaleza divina de Dios. Cambiaré para parecerme a Dios y predicaré la verdad de vida y amor a todas las personas en Atenas”, dijo Ioanna Georgantziki, de Atenas, Grecia.
“Los apóstoles pudieron experimentar bendiciones inimaginables después de recibir el Espíritu Santo porque obedecieron la palabra de Jesús. Creo que yo también puedo recibir bendiciones tan grandes, no, más grandes que las de los apóstoles, si obedezco la palabra de Dios”, manifestó Lee Min-gyu, de Seongnam, Corea.
Los miembros se mantienen ocupados llevando a cabo el Movimiento de Predicación a Siete Mil Millones de Personas, recibiendo abundantes dones del Espíritu Santo, desde el carácter hasta la habilidad de predicar.